viernes, 30 de enero de 2009

Viaje al sur


Miradas cómplices, ojos esquivos. Él sabia de que se estaba hablando. Se hablaba de aquellas cosas donde las palabras están de mas, se hablaba con el lenguaje de los signos mudos. Nada sobraba en ese cuadro compacto de dos. Todo a su alrededor era nulo, fotografía en sepia, fondo esfumado. En el centro solo ellos. Desvarío de pensamientos, conexión inconexa. Algo que esta implícito, algo que los dos saben y no pueden obviar. Una puerta que se abre a lo lejos, alguien que no puede entrar, uno que invita otro que retrocede, un paso en falso y la caída al abismo. Repetición cíclica de viejo sucesos, una costumbre que abraza y asfixia. Algo nuevo de años añejos.

lunes, 5 de enero de 2009

Ahora


Despertar y ver la música sin pilas. Media dormida recordar ese ultimo tema y la melodía que al vespertino me acompañaba “los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos”. Falta casi nada para ese viaje tan esperado. Es volver... “a esos lugares donde quise huir y nadie me espera allí”. Con cuanto tiempo de anticipo lo preparamos. Fue volver y llegar y volver a planear el regreso. Fue con las mismas ganas que lo pensamos y que lo volvemos a pensar una y otra vez. Es como ir al encuentro de los recuerdos, es esperar un regreso lleno de momentos que contar una y otra vez. Es llegar, pisar la arena mojada con pies descalzos, acercarnos a la inmensidad del mar envueltos en el roció del viento, tomar una piedra, pedir tres deseos y echar a andar.
El año empieza al fin del verano. ¿Si no tendríamos estaciones perderíamos el rumbo de nuestras vidas?, es como el día y la noche, es como la medición del tiempo.
Hoy, mañana o talvez dentro de un par de semanas sea la despedida de nuestro viaje. Rumbo a lo ya conocido busco hallar la plenitud de esos momentos de felicidad intactos en algún rincón de mi cuerpo. Volver y no querer volver, volver para recordar y cerrar heridas que algún que otro viaje sanó. Viajar para poder por fin dejar esa mochila que todos llevamos al entrar a algún lugar para el relajo.

domingo, 4 de enero de 2009

No soy como él


Estaba pensando que vengas a casa que charlemos un rato y hagamos algo de eso.
Una ducha, una espera medianamente interminable y la ansiedad de la no primera vez.
Acomodé el cuarto, puse perfume a las sabanas, un poco de blem a los muebles y hasta creo haber lustrado el piso. Un par de velas aromáticas y una tenue melodía daban el toque final.
Un poco de perfume atrás de las orejas, un poco en el cuello que transpira t algo en las muñecas como decía mi abuela. Un atuendo cómodo, algo sexy y fácil de despojar.
Un mensaje, una llegada pronta, una historia mas para contar.
Bajé rápido las escaleras, la casa, el cuarto respiraba clima de asfixia. Un encuentro alguien frió detrás de la puerta, una mentira mas.
Subir, hacer, mentir, bajar, tomar, subir, hacer, mentir, un pucho, seguir, olor a cigarrillo mal apagado, botellas derramadas por el lugar, seguir, hacer, bajar, subir, seguir, terminar.
Dormir con, y no saber con quien. Sabor amargo sobre la piel, sueño liviano y abrazos de hielo. Despertar, ahuyentar y seguir como si nada, solo seguir, solo es cuestión de seguir.