lunes, 5 de enero de 2009

Ahora


Despertar y ver la música sin pilas. Media dormida recordar ese ultimo tema y la melodía que al vespertino me acompañaba “los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos”. Falta casi nada para ese viaje tan esperado. Es volver... “a esos lugares donde quise huir y nadie me espera allí”. Con cuanto tiempo de anticipo lo preparamos. Fue volver y llegar y volver a planear el regreso. Fue con las mismas ganas que lo pensamos y que lo volvemos a pensar una y otra vez. Es como ir al encuentro de los recuerdos, es esperar un regreso lleno de momentos que contar una y otra vez. Es llegar, pisar la arena mojada con pies descalzos, acercarnos a la inmensidad del mar envueltos en el roció del viento, tomar una piedra, pedir tres deseos y echar a andar.
El año empieza al fin del verano. ¿Si no tendríamos estaciones perderíamos el rumbo de nuestras vidas?, es como el día y la noche, es como la medición del tiempo.
Hoy, mañana o talvez dentro de un par de semanas sea la despedida de nuestro viaje. Rumbo a lo ya conocido busco hallar la plenitud de esos momentos de felicidad intactos en algún rincón de mi cuerpo. Volver y no querer volver, volver para recordar y cerrar heridas que algún que otro viaje sanó. Viajar para poder por fin dejar esa mochila que todos llevamos al entrar a algún lugar para el relajo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si, pierdo el rumbo...lo pierdo mareado de soles en la soledad de la noche.es lindo leerte.como siemple,un abrazo...yo