Son esas cosas simples que siempre quedan. Son aquellas pequeñas cosas de las cuales no nos podemos desprender.
Son tan simples, casi insignificativas pero tienen el poder de movilizar montañas y crear turbios huracanes.
En el diccionario de la real academia española “simpleza” significa, necedad: cualidad de necio: Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. ¿Seremos ignorantes los enamorados de la simpleza?
Si somos ignorantes por ende somos faltos de razón. Y quien nos da la razón cuando hablamos de cosas simples. Todos hablamos bien ese lenguaje justamente porque es simple. A todos nos mueven las mismas simplezas, son el motor de nuestra vida.
Entonces... ¿Somos todos necios?
¿Seremos parte de una sociedad mediocre en la que solo nos conformamos con poco?, o será que siempre escuchamos desde pequeños que el valor de las cosas simples es el mas significativo. Y qué es poco o mucho y para quienes y qué es lo simple o lo rebuscado para algunos y otros.
Suena a juego de palabras. Un juego que esta tarde me invitó a jugar envuelta en la necesidad de entender un poco mas cómo es que algo tan literalmente simple podía dejarme sin sueño.
lunes, 4 de mayo de 2009
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