viernes, 24 de abril de 2009

N. T.

Me gusta su simpleza.
No hay nada que decir porque si.
Todo nace en forma pura y natural.
El me gusta empieza por querer no despertar al estar a su lado.
Es eso de poderme acurrucar junto a èl, sentir la proximidad de su cuerpo, no poner resistencia al modo en el cual acude a mis brazos sin mas intención que la de hallar el sentimiento de paz, mezcla de amor y armonía después del encuentro.
Me gusta su simpleza.
Puedo sentir su respiración, puede transformarse en una al transcurrir la noche, puedo salirme de mi y apreciar la escena.
Me gusta su simpleza y la forma en la que emite cada palabra, tan brusca y natural. No mide, no piensa y eso es lo que le dà el más puro significado.
Me gusta su simpleza.
Porque por momentos es como un niño pequeño que de a ratos quiere y logra ser mayor.
Me gusta su simpleza.
Porque no tiene tacto y lo tiene.
Utiliza las palabras de ninguno y con eso logra conquistarme. Es como perder el equilibrio y caer en las manos deseadas.
Me gusta su simpleza.
Porque puedo mostrar debilidad, ser el ser mas vulnerable, sentir que no se aprovechan de mi, y luego volver a armar la coraza y seguir manteniendo distancia.
Extraña y excitante armonía la de quien logra poder amar sin dar amor y no morir en el intento.

No hay comentarios: